Presentación de Antonio Rodicio-Romero del libro "El Periodismo en Tiempos de Carnaval"


Texto íntegro de la Presentación realizada por Antonio Rodicio-Romero (Director del Correo de Andalucía) del libro de Javier Osuna "Periodismo en tiempos de Carnaval (1763-2005), más linotípico no lo hay" presentado el 17 de febrero de 2009 en la sede de la Asociación de la Prensa de Cádiz.


Javi Osuna reúne a mi juicio varias virtudes y características imprescindibles para haber parido este libro que van a tener en sus manos.
Ha sido componente y autor de coros, comparsas y chirigotas. Del callejón de los negros a los pintores de Versalles hasta aquellos tontos de capirote que desafiando a Arquímedes desalojaron más peso del que carnavalescamente pesaban. Y aquello se lo debió Javi Osuna y su gente precisamente a los medios de comunicación. La expectación que se generó en torno a aquella agrupación fue extraordinaria. A unos porque les parecía irreverente –que lo era, claro está- a otros porque entendían que era directamente una provocación. Les confieso que leyendo el libro -23 años después- me he quedado perplejo al comprobar que el propio consejo de hermandades remitió una carta al ayuntamiento poco menos que pidiéndole que impidiera la actuación de la chirigota. El asunto se prestó incluso para el debate político. Espectacular. Tanto que con el tiempo se comprende aún más la necesidad de aquella chirigota, que también agradó a otros muchos porque la consideraban imprescindible justamente por las causas contrarias de quienes la denostaban. Recomiendo encarecidamente de aquel repertorio el cuplé dedicado al llamado comando erótico del Hotel Playa y el cambio de presentación con versos finales dedicado a la cadena episcopal. Dos incunables.

Establecemos así esa primera condición que es nexo: un comparsista, corista y chirigotero que además trabaja en los medios de comunicación como periodista y locutor. Radia el concurso del Falla desde hace años, produce espacios específicos de carnaval y escribe, como columnista carnavalesco, en la prensa local. Conoce por lo tanto cómo se percibe desde las agrupaciones el trabajo de los medios y cómo los medios encajan las reacciones de los autores. Pero es que además existe una experiencia perfeccionada, porque él en sus propias carnes ha sido un autor que ha sabido cómo se las gastan los medios, a la vez que también le explicó a los medios cómo se las gastan los autores. En fin, que no hay que insistir más en este dato porque queda manifiestamente demostrada su capacidad y oportunidad para afrontar esta tarea.
Pero además concurren en Javi Osuna otras cualidades: el conocimiento profundo de la materia, el rigor científico que ha empleado, la paciencia y laboriosidad necesaria para cribar décadas de papel impreso en busca de cada pista, de cada cruce entre medios de comunicación y carnaval. Y además de todo eso, Javi Osuna es un cachondo que ha subtitulado su libro con ese “más linotípico no lo hay” que es una transposición libre de un célebre verso de los hombres del mar. Y también es coña marinera pura.

El libro es por lo tanto un compendio detallado, ilustrado con coplas y desmenuzado con sentido periodístico y gusto de buen aficionado de las relaciones, tormentosas a veces, pero complementarias y necesarias siempre entre la fiesta y los medios de comunicación.

El carnaval de la primera república se narró a través de los periódicos. Sólo con el tiempo hemos oído antologías que recuperaban vía tradición oral las coplas de la época.

El de las fiestas típicas fue sin duda el carnaval de la radio en todo su esplendor. Y ahí aparecen con fuerza propia los nombres de enrique Treviño y Enrique Márquez. Treviño, del que me honro con su amistad, ha sido para mí el narrador del concurso más libre que yo haya conocido. Lo escuchaba cada noche en una vieja radio Lavis prehistórica y siempre admiré su capacidad de decir lo que salía de los cojones de cada agrupación. Estaba asilvestrado. Los exaltados que han sido y serán lo esperaban a la salida del concurso para agredirlo y decirle lindezas. Cuando me tocó radiar el concurso comprobé lo difícil que era hacer lo que hacía Enrique. De la radio de avanzados los 80 destaca el autor a pepe Benítez y carmen Coya, justa y merecida alusión. Y así va desgranando cada etapa, con la incorporación de todo el equipo de canal sur radio, con manolo casal, Pedreño que ya había estado en una etapa anterior en la SER, Juan Manzorro etc.

Sin dejar de lado un periodismo nuevo y fresco que se abría paso a través de diario de Cádiz en la persona de paco Perea y de Emilio López, aún hoy al pie del cañón.
La década de los noventa fue sin duda la década de la televisión, con el nombre propio de canal sur. A los nombres anteriores se une el de modesto Barragán y José María Casado. Ha sido la tele la reina indiscutible de los noventa, tan controvertida por su alteración del concurso pero tan imprescindible para la difusión de la fiesta y para los bolos de las agrupaciones por toda Andalucía. Y sigue la tele está protagonizando la primera década del siglo XXI, aunque creo que ya hay que introducir una nueva observación sobre Internet, que apunta ya como el medio de referencia para el carnaval para los próximos años y lo que te rondaré morena.
Sin embargo, la cobertura mediática del Carnaval, que ha ido profesionalizándose paulatinamente, existe hoy como una superposición de los pliegues de la piel de cada década. Ni la radio mató al periódico, ni la tele mató a la radio, ni Internet matará posiblemente a la tele, aunque todo influye y cada elemento nuevo en el tablero obliga a reposicionarse a todos los medios. Y llegados a este punto cabría advertir que aquel que no se mueva, que no innove, que no se atreva con nuevos formatos, nuevas voces, puntos de vista, enfoques novedosos y programaciones o páginas más osadas puede comenzar a despedirse ante ese gran producto de síntesis y hoy por hoy imparable que es Internet.

No es mi misión desmenuzar el libro que ha escrito Javi Osuna, pero sí abrir algunas de su páginas, como hemos estado haciendo hasta ahora.
Es un libro de lectura imprescindible para cualquier aficionado y de forma especial para autores y periodistas. Encontrarán anécdotas suculentas, buen pulso narrativo y mucha documentación. No sé si saben que Javi Osuna junto a Erasmo Ubera fue autor del Libro el Habla de la mar de Cádiz. Es un consumado experto en el manejo de esa jerga, por eso tomando prestado algún material del libro diríamos que el libro trae enchampelao el rigor del Cádiz de las bibliotecas y los archivos centenarios y el manejo popular de la expresión cultural y festiva más importante de la ciudad.

Yo no es que se lo recomiende, es que si pudiera les obligaba a leerlo porque sé que no se arrepentirán. Como es un libro abierto y los capítulos más o menos bélicos que el autor narra no sin sentido del humor entre medios y autores tendrán nuevas entregas, imagino que será posible una actualización del libro en unos años.

Mientras sólo nos queda recomendar encarecidamente su lectura y nos equivocamos si afirmamos que el libro que escriba Javi Osuna tendrá a Internet como protagonista.

Como no hay acto de Carnaval que acabe sin el vaporcito del puerto, les pido que para terminar me permitan una licencia que pretende ser cómplice con el autor del libro. Así, me atrevo a rematar con una cupletina de actualidad, sin música, que dice así.

Por lo visto el gran Hudini
Era un tío caprichoso
Vino a cádi y por lo bajini
Se llevó un cuadro de los mohosos

Pregúntele a cualquier alcalde
si tiene un Costus y no lo cuida
quién no quiere un costus en su vida
sobre todo si es de balde

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